SANTO DOMINGO, R.D. El Karaoke es una forma de distracción típica de las personas que se han vuelto muy popular en las tablas de un cantabar.
Es la oportunidad que le brinda la tecnología a todo aquél que soñó con ser un gran artista y la idea quedó en su pensamiento o a mitad de camino.
Y es también la plataforma que permite dar paso a la imaginación y hacer que numerosas personas se sientan cantantes geniales, o tal vez no tan espectaculares, pero total, a fin de cuentas lo que importa es la diversión.
Por eso, cantar bien, regular, mal, pésimo o terrible no importa en estos escenarios, donde lo que vale la pena es reír, gozar y ser testigo y partícipe de las adversidades de la vida de otros y de sí mismo.
En esta forma fabulosa de cantar con una orquesta imaginaria, es decir, una pista con la musicalización de numerosas canciones para escoger, se bota todo el estrés que los médicos recomiendan botar.
Se ha convertido también, en los últimos años, en el máximo entretenimiento de las fiestas familiares y entre amigos, cuando ya las conversaciones casi se acaban.
Ahí entra entonces el karaoke y así habrá mucho de qué hablar porque el show incluye:
- El aparataje que hace una persona para que le den el turno de cantar.
- El tiempo que dura buscando su canción preferida
- El cuadre que coge al subir al escenario.
- Cómo toma el micrófono en sus manos y se apodera de él
- Cómo mira, como sonríe, como baila y, finalmente, cómo canta.
Pero lo más extraordinario y fascinante, y a veces hasta excitante, es el tema interpretado. Las letras de esa canción escogida por alguien, las pueden ver y cantar todos los presentes.
Así, si el cantante está muy embriagado de amor, de odio, venganza, sensualidad o erotismo y se pierde en la interpretación de la canción, la gente le pude seguir el hilo mirando la pantalla.
Señores, etimológicamente, la palabra Kara, que proviene del lenguaje japonés, significa vacío. Y oke, abreviatura japonesa de la palabra inglesa orchestra, en el hermoso español significa orquesta.
Unidas estas dos palabras mágicas, el karaoke es una orquesta que toca al vacío, sin cantante y, así, cualquier persona que quiera ser el vocalista puede serlo.
Eso es lo fabuloso: ¡Cualquier persona!. No importa raza, edad, estatura, clase social ni si sabe cantar o no. Tampoco si se sabe la canción o si la sabe interpretar con el ritmo que lleva.
La idea es compartir una bebida y una canción entre amigos y relajarse.
Pero observen esto. Lo más interesante:
HISTORIA DEL KARAOKE
El karaoke fue creado básicamente para los ejecutivos estresados, y como dice la Ley de la Gravedad: “Todo lo que sube tiene que bajar”, si el jefe está estresado, todo el que esté a su alrededor lo estará también.
¿Cómo? Con palabras, con miradas, con gestos, con asignaciones excesivas de trabajo o tareas imposibles de ejecutar en el tiempo indicado, o simplemente con un silencio sepulcral.
¡Waooo!. Qué estresado está el jefe o la jefa, nadie le puede hablar.
Pero también la casa estresa, igual que los estudios, la falta de dinero, las tantas deudas acumuladas, el nacimiento o enfermedad de un hijo, la ansiedad por salir embarazada o por ser padre, el deseo de vestir bien sin poder, el querer gastar lo que no se tiene, en fin. Todo estresa en la vida.
Ahora seamos francos. Admitamos que a todos nos gusta cantar. Nos morimos por tomar un micrófono y comenzar a hacer las mismas cosas que hacen los que tienen una voz prodigiosa o una gracia natural. Al menos una vez en la vida nos hemos imaginado siendo artistas.
¡Qué cosa tan maravillosa!.
Es que cantando realmente se bota todo lo malo que hay dentro. Aunque ¡ojo!, a veces se convocan acciones indebidas cuando se recurre a interpretar canciones de desamor, rabia o egoísmo. Se atraen por ahí mismo depresiones, deseos de perderse para siempre y otros malos pensamientos
Pero visto como una actividad natural y sana del cuerpo y del alma, todos hemos cantado alguna vez en el carro, en el baño, mientras cocinamos, o haciendo cualquier otra actividad, y no hay sensación más agradable que levantarse por la mañana, tomar el micrófono y a cantar se ha dicho. Lo primero que se hace en el día. Y bailar…. lo mismo.
¿Los karaokeros, quienes son?
La gente que va al karaoke o cantabar es de diferentes edades, desde los jovencitos hasta los mayorcitos quienes encasillan más con la música. Cada uno con su tema, estilo y época en la cabeza de romance y gusto por la vida en la cabeza.
Se canta en diferentes idiomas. Los jóvenes están en la onda actual. Música de aquí y ahora. Otros se transportan a los melodiosos merengues de los años ’80, y los más clásicos se van al principio del siglo y canciones de todos los tiempos.
Y lo bueno de todo esto es cuando el animador del karaoke dice: BIEN CANTAO, ahí nos creemos estrellas, cantantes profesionales, con la más alta popularidad.
Incluso si no queremos cantar, el karaoke puede ser un gran lugar ideal para pasar el rato. Mirando lo que los otros hacen.
Después de todo, es probable que tenga todo lo necesario para una noche de diversión: Buena compañía porque casi nunca se va solo a estos lugares, entretenimiento en vivo y buena música para vivir el momento y recordar.
También es el lugar perfecto para socializar y hacer nuevos amigos. Esto es tanto para la gente alegre y positiva y extrovertida, como para los tímidos, los solitarios, los despechados, y hasta los aburridos. O sea, los que no pueden sonreír porque tienen un problema muy grande y no sabe cómo lidiar con él.
Y la mejor muestra de lo que significa esta diversión es que estos aparatos se venden como agua, pues mucha gente ya quiere tenerlos en sus casas para fiestas personales y familiares, y sobre todo, para botar el estrés.