SANTO DOMINGO, R.D. Es una zona roja, de peligro para el ejercicio periodístico, definitivamente. Tan roja como los ardientes chiles (ajíes picantes) que hay que comerse en México para poder decir que hemos estado allí y hemos sido «macho-macho» como los hombre y aguerridas como las mujeres periodistas.
Esas periodistas con faldas y hermosas cabelleras, voz dulce y mucha inteligencia que no se han dejado amedrentar por la persecución contra los críticos y críticas de las faltas de transparencias en la administración del Estado y de la permeabilidad de las acciones del narcotráfico y el crimen organizado.
De todo lo que vimos, oímos y percibimos durante nuestra visita a México, como parte de la Delegación de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) que estuvo explorando los casos de asesinatos indiscriminados a periodistas, y los altos grados de impunidad por parte de los estamentos judiciales, el Congreso y el poder ejecutivo, estamos hablando en este vídeo.
Al menos regresamos con la sensatez de las autoridades visitadas, quienes en un acto de honorabilidad reconocieron la grave situación de inseguridad que se vive en ese país y prometieron reforzar los controles e incluir a los observadores internacionales en todos los procesos de investigación a casos de atropellos y asesinatos a la prensa mexicana.